Hoy hace dos años me encontraba en mi casa dando paseitos por el pasillo con unas contracciones que me dejaban pasada del dolor, pero las llevaba bien porque eso significaba que dentro de unas horas iba a ver tu carita, a sentir el calor de tu piel y a poder llenarte de besos y de caricias. Todo parecía que iba bien, las contracciones cada vez eran más seguidas, asi que a la 1 del mediodía nos fuimos para el hospital. Alli nos dijeron que iba 3cm dilatada, pero que me dejaban ingresada aunque el parto iría lento y que seguramente tardaría en dilatar. Nos subieron a planta y las cuatro de la tarde le tuve que pedir al celador que me bajara porque los dolores eran muy, muy seguidos...estaba dilatada de 8,5 cm, todo estaba yendo muy rápido...hasta la matrona dijo que en una horita volveríamos a subir a planta pero con mi bebe en brazos, pero algo empezó a ir mal...Hubó cambio de turno y cambió la matrona, a las 4 y media llamé a la matrona del nuevo turno porque tenía ganas de empujar y desde la puerta sin revisarme ni nada me dijo : "pues empuja" y se fue......¿cómo que empujase? yo sóla en la sala de dilatación (bueno también estaba mi marido), primeriza....¿qué empuje sin nadie aqui que esté pendiente del parto? retraí las ganas de empujar y el parto y las contracciones se pararon poco a poco. Cada vez que venían a ponerme los monitores para ver que la niña estuviese bien me pedían que empujase, que andase, que me pusiese en la pelota...¡mire señora matrona: ahora no tengo fuerzas para empujar, llevo 2 días sin comer porque para el caso todo lo que como lo vomito, estoy agotada, empujo como puedo y no tengo dolores de parto! Cuando a las 10 de la noche pedí cesárea porque el parto estaba parado y no dilataba el centimetro que me quedaba para dar a luz llamaron al ginecólogo,me revisó y me dijo que no era necesaria la cesárea que me pondrían un poco de oxitocina y en un cuarto de hora la niña ya habría nacido que si así no lo conseguiamos me haría cesárea. Efectivamente, Ariadna nació a los 10 minuntos, ¡mi niña por fin estaba conmigo! Nunca podré olvidar su olor dulzón, sus ojitos abiertos de par en par , la calidez de su piel...ahora podría disfrutar de ti, todos los dolores, el sufrimiento había valido la pena...pero no pudo ser porque la plancenta no salía, intentaron poner oxitocina en el cordón para que la expulsar, no hubo forma y tuvieron que llamar nuevamente al ginecólogo, eso sí, después de haberme roto el cordón tirando de él como posesas. La expresión de su cara lo decía todo, algo no iba bien...no sé quién sufrió más si yo o él por intentar sacar la dichosa placenta de forma manual sin anestesia alguna ¡qué dolores por favor!, era insufrible cada vez que sentía como hurgaba para sacarla, pero intentaba aguantar porque el siguiente paso era el quirófano con anéstesia general y eso significaba separarme de ni niña de la cual ya me habían separado en cierta forma porque no era yo la que la tenía en mi regazo, estaba con mi marido y aunque parezca egoísta lo único que quería era tenerla yo en brazos. Perdí mucha sangre y al final, a pesar de todo el empeño que le pusimos tanto el médico que en ese momento ya era un gran amigo, Leo, tuvimos que ir a quirófano porque la placenta estaba muy adherida a las paredes del útero, quizás hasta huebiese que extirpar este y cuando Leo me lo dijo sólo podía pensar en mi marido y en Ariadna ¿tendría que quedarse sin tener hermanitos? Finalmente todo salió bien...Hasta la mañana siguiente no te pude volver a abrazar y a besar, pero ahora siempre estamos juntas y nos queremos con locura. TE QUIERO MI PEQUEÑA PRINCESA . Espero que siempre seas tan feliz como hasta ahora y espero poder estar contigo para disfrutar de tu felicidad.
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